jueves, 12 de agosto de 2010

Para encontrarnos

Amor mío. Aquí estoy. Sin ninguna defensa, sin murallas, ni trampas o estrategias. Soy yo, con la fiebre de poseerte. De tener y detenerte en un único momento que no volverá a repetirse.
Estoy aquí, sin corazas ni armaduras. No hay ejército que me proteja de tu piel morena. Tantas veces he deseado poderte hablar con esta voz de aventura, de noches que no pasen de tenernos uno al otro, de tendernos bajo la luz oscura de la luna. ¿Qué más puede pasar? Ya estamos pagando el estar tan solos como al principio, tan perdidos que no nos encontramos
¿Qué más da, entonces, tirar la brújula, prescindir de las rutas? Soy el gato de Cheshire sonriéndote, recordando que si no sabes a dónde quieres llegar, entonces tampoco importa qué camino tomes.
Quizá sólo así, sin caminos, sin premeditación ni ventajas, sea posible arrancar las dudas de tajo, y convencerte de que soy el refugio que buscas, la tregua que necesitas para tener sentido...

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