miércoles, 3 de marzo de 2010

la ligereza de la palabra

"Weeeeeey"
"¡sí weeeeeeee!"
"Ay weeeeeeeeey"
"Te digo, weeeeee"

Este diálogo lo escucho unas diez o doce veces a lo largo del día, con ligeras variaciones... de tono, dependiendo si son estudiantes de escuelas privadas, choferes de microbuses, vendedores de garnachas o funcionarios públicos: la esencia prevalece.

Por una parte, mi corazón republicano debería regocijarse ante la llegada de una especie de esperanto; pero, somos complicados, ¿qué puedo decir? Añoro los malos-buenos viejos tiempos en que en la escuela me torturaban con la invisible (a mis ojos) estructuras del español.

Las preposiciones, los acentos e incluso temas de fonética siempre me han parecido extrañamente fascinantes; al menos lo suficiente como para recurrir (y desconcertarme) con las divagaciones de escritores y filológos.

Me conmueve darme cuenta de que usamos las palabras con la ligereza de quien camina por la calle; y a menos que haya un gran bache, es cuando nos asombramos de que nuestros pasos nos hayan llevado tan lejos.

Expresiones como "incrustarse en la estrategia", me hacen levantar las cejas y pensar, "¡ouch!, eso debe doler"; o cuando alguien trata de explicar algo utilizando el "sí me entiendes, ¿no?"

Espero equivocarme cuando anticipo, en mis peores pesadillas, que la norma culta será cuando alguien conteste un plurisilábico "órale"

1 comentario:

  1. yo tambien he escuchado ese dialogo, uno me llamo la atencion era entre una pareja, el decia como ves wey y ella decia bien wey, no sabia cual de los dos era el wey.No me parecio romantico decirle wey a tu pareja, o decirle que wey eres wey.

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